En el Camino (El dolor es La Vida)
1999
Vendas de curación, cenizas de hogueras extinguidas y carbón vegetal escayolado.
175 x 46 x 48 cm. (figura humana)
Exhibida por primera vez en la Exposición “El Dolor es La Vida”, Galería Luz y Oficios, Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño (CPAPD), La Habana
Una Grieta en El Camino: Las Huellas del Peregrino:
“Soy un peregrino de la Vida y busco incansablemente su inaccesible ‘secreto’”
Macedonio Fernández
En este trabajo el camino alude a los grados del progreso interno e individual en la vía ascendente que constituye el desarrollo ontológico; un camino que no puede ser recorrido antes de convertirse el caminante (el peregrino) en el camino mismo; un sendero que, al percibirse, ya se esta en él y, donde aquel lugar a donde nos dirijamos se convierte en nuestro propio y más íntimo yo.
El Caminante, El Peregrino:
La figura humana re ha producido a partir de un proceso de vaciado del propio cuerpo del artista a partir de vendas aglutinadas con una amalgama de resina, cenizas y carbón escayolados. Se ha construido siguiendo un procedimiento envoltorio que sugiere una analogía con su significado en el sistema jeroglífico egipcio, donde los vendajes aluden tanto a la primera envoltura con que es recibido el recién nacido, así como a la mortaja con que el difunto es depositado en su morada final. En este proceso solamente se lleva a cabo la fase del positivo en el vaciado De modo que la obra exhibe, exteriormente, solo un sutil parecido físico con el modelo (El artista). La copia detallada de su cuerpo se oculta al espectador por encontrarse en la cara interior de la pieza junto a restos de epiteliales, cabellos y otros fluidos transferidos durante su producción. Las manos de la figura se extienden, vacías, en acto donativo de ofrecimiento, pero, ¿qué ofrendan? Acaso su existencia, el hecho mismo de ser en este instante…?